Blog Charco del Palo

Serían tiempos muy difíciles, me dijo mi padre recientemente. Otros hablan de tiempos malos, incluso de tiempos terribles, en el mejor de los casos escuché a la gente hablar de «tiempos muy especiales». Por otro lado, creo que es simplemente el tiempo del despertar. De despertar de un sueño. Un sueño que vivimos en el pasado, un sueño de libertad, de riqueza, de individualismo y de la realización de nuestros propios sueños de vida, un sueño que vivimos en el pasado. Pero esto plantea la pregunta: ¿existe el pasado? ¿Existe el futuro? En el mejor de los casos, ¡el pasado y el futuro existen en nuestras cabezas! Solo el presente es el tiempo en el que vivimos y sentimos.

Con el cambio de milenio tenía la sensación, de que el siglo de las grandes guerras había terminado. Hoy hace exactamente 19 años al día, me lo enseñaron mejor. Siempre ha sido lo mismo. Siempre se ha tratado de miedo. Al respecto, nada ha cambiado, ni el 11 de septiembre de 2001, ni hoy en tiempos del coronavirus. En mi juventud, nosotros, los hijos del hermoso mundo occidental, teníamos miedo a las armas nucleares, a los rusos, a los comunistas, luego a los terroristas u otras personas de pensamientos políticos radicales, a los asteroides que caían a la tierra y a los volcanes amenazando con estallar. Y hoy, de un virus. No, las guerras no se han detenido.

Si camino por una línea fina que no tiene pasamanos, ni en el lado derecho ni en el de izquierdo, entonces no lo hago con la creencia de que no puedo caer a las profundidades. Al contrario, soy tan consciente del peligro que ciertamente tendré que enfrentarme a la muerte si doy un paso en falso. Por eso me concentro en el camino, por estrecho y peligroso que sea. No escucho a nadie, solo confío en mis órganos sensoriales y mi percepción, porque es lo único en lo que realmente puedo confiar.

Y no me gusta involucrarme en discusiones, porque de todos modos no conducen a nada. Quienes tienen conocimiento lo saben de todos modos. Y no podré convencer al ignorante con mis palabras, no importa lo bien que se argumenten. Porque no hay verdad universal, como no hay justicia universal. Todos tenemos nuestra propia verdad en la que tenemos que confiar, y que no deberíamos dejar.

¿Yo también tengo miedo? Me gustaría responder así: El miedo es básicamente un buen sentimiento. El miedo quiere advertirnos de un peligro. El miedo quiere decirnos que debemos tomar ciertas medidas para evitar estar en peligro. Sí, yo también tengo miedo y yo también tomo medidas en mi vida, en nuestra vida, para superar el peligro. Medidas más pequeñas, más visibles desde el exterior, y también las de tamaño mayor, que suelen afectar más al interior y no son tan visibles desde afuera. Como siempre lo hemos hecho, en las horas del despertar, por la mañana, para hacer ciertas cosas para ahuyentar los peligros que acechan durante el día, o para evitar que surjan en primer lugar. Para que por la noche, cuando vuelvas a la horizontal, a soñar, puedas soltar los peligros y miedos que acechan a diario para poder sumergirte de nuevo en el espacio protegido del sueño.

El pasado y el futuro solo existen en nuestras cabezas. Pero vivimos en el presente y en este momento es brillante como el día - insomnio.