Blog Charco del Palo

Gracias a Dios, el requisito de llevar mascarillas al aire libre se eliminó nuevamente en España (al menos si se mantiene una distancia mínima), después de que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez lo introdujo poco antes de Navidad debido a la variante actual del virus.

Además, en las Islas Canarias ya no es necesario mostrar el certificado de vacunación al entrar en un restaurante, aunque en Lanzarote esta disposición legal practicamente nunca se ha implementado. Además, las dos islas principales, Tenerife y Gran Canaria, podrán bajar su nivel de alarma por un nivel, lo que repercutirá positivamente en los horarios de los restaurantes y el número máximo de personas que pueden reunirse. La ocupación actual de los hospitales y unidades de cuidados intensivos justifica esta relajación.

Fuera de España ya se implementaron flexibilizaciones mucho más profundas, como en Inglaterra, Irlanda, Dinamarca y Suecia, hasta el abandono total de las restricciones.

Solo Alemania sigue insistiendo en un catálogo de medidas sin sentido en gran parte y además contradictorias, cuya implementación es ahora objeto de un acalorado debate al más alto nivel gubernamental. Casi parece como si la República Federal fuera el verdader área de riesgo, ya que uno ya no se sabe si le van a sancionar por violar una de sus normas, aunque su inefectividad sea ya probada.